Cruz sin Cristo
La cruz me asusta.
Su simple nombre de una sílaba
me abruma.
Pero es porque he luchado muchos años
con una gran cruz fantasma,
la cruz de mi fantasía,
una cruz sin Cristo,
la cruz enorme de toda una vida,
una cruz que no era la que Dios cargaba
amorosamente sobre mis hombros,
la cruz de mi rebeldía.