Quisiera conocerte
Señor Jesús,
Yo quisiera ser como Marta
y aún más como María,
cautivado por tu figura,
por tu presencia,
por tu entrega,
por tu palabra,
por tu interés siempre nuevo por Ti,
como serías Tú buscándome a mí,
siendo el huésped al que se recibe, se escucha,
se sirve y se comprende.
Conocerte, Jesús, para seguirte.
Es el principio del amor,
la fascinación por tu presencia,
por tu Persona,
por tu Palabra.
Es una escuela que nace
del conocimiento de Ti, Jesús,
de la fe en Ti,
creciendo en nuestro interior,
tendiendo a una intimidad que transforma
al discípulos en amigo.
Conocerte, Jesús, para servirte.
Conocerte, Jesús, para amarte.
Conocerte, Jesús, para vivir de Ti.
Amén.