Espíritu Santo, Te consagramos nuestra Patria.
Intercede y vela por quienes vivimos en ella.
No nos dejes perdernos por caminos sin Dios,
reoriéntanos al gozo de la fe y la verdad.
Espíritu de paz, perdón y misericordia
líbranos de la violencia y la discordia
y enséñanos a hablar las lenguas
siempre nuevas de la fraternidad.
Espíritu de alegría, consuelo y fortaleza
sánanos del desánimo, el miedo y la tristeza.
Espíritu de generosidad y de justicia,
apártanos del egoísmo y la avaricia
e inspíranos acciones para crear condiciones
que permitan a todos vivir con dignidad.
Tú que eres la Fuente de la Vida
rescátanos con Tus dones, Tus frutos y carismas.
Ilumina nuestra tierra, renueva las naciones,
ven como en Pentecostés,
e incendia con Tu fuego de amor los corazones.
Amén
Arquidiócesis de México