Oración a la Santísima Virgen Maria
Dóciles a la invitación de tu voz maternal,
oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a
tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis
para indicar a los extraviados el camino de la
oración y penitencia, dispensando a los que
sufren las gracias y prodigios de tu soberana
bondad.
Recibid, oh reina compasiva, las alabanzas y
súplicas que pueblos y naciones, unidos en la
angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.
¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los
espíritus las tinieblas del error con la luz
de la fe! ¡Oh mística rosa, socorre las almas
abatidas, con el celeste perfume de la esperanza!
¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima
los corazones endurecidos, con la ola de la divina
caridad!
Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en
las penas, protegidos en los peligros, apoyados en
las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús,
y merezcamos los goces eternos junto a Ti.
Amén.