María, Madre de los discípulos
Quien ama y cree en Jesús, Hijo de Dios, ama y respeta a María Santísima, como a la Madre del cielo.
María es llevada en el corazón de sus discípulos y asumida como Madre de la humanidad en Cristo.
La Eva de la Nueva Alianza, servidora humilde que participa con su Sí en los designios de Dios, como Hija, Esposa, y Madre.
Bienaventurada entre todas las mujeres, es constituida por gracia seno de la Santísima Trinidad para mayor gloria del Padre, y salvación de los hombres.
María Santísima, Fuente que llevas la gracia plena de tú Santísimo Hijo Jesús, en tu vientre, intercede por nosotros, que nos encomendamos a vos, a fin de que a imitación tuya, seamos fieles servidores del amor de Dios, cumpliendo cabalmente la misión que se nos ha encomendado.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y Reina en la unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amen