Espiritu, Fuego y Lengua
Ven, Espíritu ardiente de Dios.
Ven, Fuego incandescente del desierto.
Ven, Lengua Ardiente que penetra los corazones.
Renueva hoy el acontecimiento de Pentecostés:
¡llénanos de fuego divino!
Acrisola la materia de que estamos hechas(os),
y entra hasta el fondo del alma. Abrásala en tu amor.
Haznos discípulas y discípulos ardientes de Jesús.
Ayúdanos a realizar su anhelo:
¡que el mundo entero arda en el fuego del Amor!
Que el amor transforme todos nuestros anhelos.
Ven, Espíritu ardiente de Dios.
Ven, Palabra que incendia sin destruir.
Ven, Brisa que calienta la frialdad de nuestro suelo.
Renueva, por dentro, al calor de tu fragua,
los lazos de nuestra fraternidad comunitaria.
Cambia nuestros proyectos personales en los proyectos de Cristo.
Haznos fieles seguidoras(es) del Maestro.
Que nuestra sed de justicia no se apague ante el miedo
o ante la prudencia mediocrizada.
Ven, Espíritu de Dios Padre.
Ven, Espíritu de Dios Hijo.
Ven, Espíritu.
Ven, Espíritu.
Ven, Espíritu...
¡llénanos de tu Fuego!