Dios esta presente en todas partes
Dios está presente en todas partes,
especialmente en la gente.
Su alegría está en la sonrisa de un bebé.
Su amor por nosotros, en el afecto de un niño.
Su vigor, en la energía de un adolescente.
Su poder, en las fuerzas de un atleta.
Su Belleza, en el rostro de una joven.
Su interés, en la devoción de unos padres.
Su sabiduría, en la presencia de los ancianos.
Cada persona tiene, dentro de sí,
algo de la bondad de Dios.
No conviene que nuestra timidez o
nuestra modestia nos conviertan en
unos malos operarios. Si realmente
podemos influir con nuestra fe en
Jesús en el desarrollo del Mundo,
no tenemos perdón al dejar dormir
en nosotros ese poder…
Amén.