El Sacerdote, Otro Cristo
El Sacerdote, Otro Cristo
El Sacerdote, Otro Cristo
Misterio de Poder en Manos Temblorosas
Te amo, Señor, por el gran don del sacerdocio. Por este misterio de poder que has depositado en mis manos temblorosas. El don de tu perdón, que abre el océano de tu gracia al océano de nuestra miseria.
Tiemblo ante la grandeza de este misterio, porque llevo tu tesoro en vaso de barro.
Te amo, Señor,
porque me has elegido entre todos, para ser la atadura y la hoz de este mies amarilla.
INVOCACIONES POR LOS SACERDOTES
Director :
Señor Jesús, humildemente postrados ante Ti que, movido por tu inmenso amor, estás presente entre nosotros oculto bajo las especies del pan eucarístico, queremos presentarte nuestro homenaje de fe y de amor, de gratitud y de adoración, poniendo en tus manos todo lo que somos y tenemos.
"En aquél tiempo la gente se apretaba alrededor de Jesús para escuchar la palabra de Dios, a la orilla del lago de Genezaret. Vio dos barcas amarradas a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado a lavar las redes. Subió a una de las barcas que era la de Simón y le pidió que la apartara un poco de la orilla: se sentó en la barca y empezó a enseñar a la muchedumbre.
He Aquí la Esclava del Señor. Hágase En Mí Según Tu Palabra
(Lc. 1, 26-38)
I.- * El Desprendimiento.
"Cuando iban en su camino, alguien le dijo: "Señor, te seguiré a donde quiera que vayas". Jesús le respondió: "Las raposas tienen guaridas, las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza
A otro le dijo Jesús: "Sígueme". Este respondió: "Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre". Replícole Jesús: "Deja a los muertos que entierren a sus muertos; tú, ve y anuncia el reino de Dios".
(Jn. 1, 35-43)