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La Virgen María

Consagración a la Virgen de Guadalupe

Consagración a la Virgen de Guadalupe

 

Nos hemos congregado bajo tu tierna mirada de Madre para acoger, respetar, servir y defender la vida humana, dones maravillosos de Dios. Tú, la creyente, en cuyo vientre el verbo se hizo carne, quien es la Vida, y que con amor llevaste, Arca de la Alianza, en tus entrañas.

Repletaste de alegría la casa de Zacarías e Isabel con el anuncio de la Buena Nueva del Dios-Niño, que concebiste en la humilde disponibilidad, que imprime para siempre el sello de la incomparable nobleza de la maternidad.

María, Nuestra ayuda

María, Nuestra ayuda

 

Vigilante estás Tú Dulce María,
silenciosa siempre a nuestro lado,
cuidando nuestro camino
y sacando las piedras
que hay a nuestro paso.
Nunca salgas de nuestra vida
Virgen mía,
perdidos estaremos si no tenemos tu guía,
a veces nos desviamos de la ruta que
nos trazas,
o desmayamos ante cualquier tropiezo,
pero siempre nos sacas adelante,
con la ayuda de Nuestro Padre.
Amén.

María, imagen del Amor Divino

María, imagen del Amor Divino

 

Padre Celestial, Tú has querido que en María
se reflejase tu amor.

¡Gracias por habernos dado una madre tan
perfecta! Ella es para nosotros una nueva
revelación de todos los tesoros de bondad
que se encuentran escondidos en tu corazón
paterno, nos muestras hasta que punto Tú
eres bueno y dulce en tu amor.

Oración al Corazon de nuestra Madre Maria

Oración al Corazon de nuestra Madre Maria
 

A Tí que eres la Madre,
que amas con ternura,
venimos a ofrecerte nuestra vida
y a decirte que te amamos;
que somos tus hijos que confiamos
en el poder de tu protección.
Llévanos sobre tu corazón
junto al Niño que descansa en tus brazos,
consuélanos en la aflicción,
fortalécenos en la tentación.
Haznos crecer en la fe, en la esperanza,
y en el amor a Dios y a los hermanos.
Conserva en nuestro interior
la alegría de ser hijos de la Iglesia.

Yo te saludo, María

Yo te saludo, María

 

Yo te saludo María, Madre de Dios,
tesoro venerado en todo el universo
luz que no se apaga,
Tú naciste del sol de la justicia
centro de la verdad
templo indestructible.

Yo te saludo María,
casa del Aquel que ningún lugar
puede sostener,
Tú que has hecho retoñar una espiga
que no se marchitará jamás
Por tí los pastores rindieron gloria a Dios
Por Tí se bendice en el Evangelio,
Aquel que viene en el nombre del Señor.

Oración a María

Oración a María

 

Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: invoca a María!.

Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia, mira a la estrella, invoca a María!

Si la cólera, la avaricia, la sensualidad de tus sentidos quieren hundir la barca de tu espíritu, que tus ojos vayan a esa estrella: invoca a María!

Madre Protectora

Madre Protectora

Del alumno que os implora
sed maestra, sed salud.
Sed, María, Protectora
de esta Escuela de virtud.
La Fe nos ha de salvar,
que es la virtud muy sublime,
haced que ella nos anime
para creer sin dudar:
todo se puede lograr,
siendo vos la mediadora.
Sed, etc.
Esperanza duradera
tendremos hasta morir;
todos queremos seguir
la ley santa y verdadera;
y, pues todo el mundo espera
salvarse por vos, Señora.
Sed, etc.
Me manda la Caridad

Maria, enséñame a conocer a Jesús

Maria, enséñame a conocer a Jesús

  

 

María, Madre de Jesús,
ayúdame a aceptar a Jesús como luz
en mi vida.
Tú ves que hay en mí tinieblas
Que yo mismo no conozco.
Haz que no se resistan a la luz de Jesús
sino que se abran a El.
En el examen de conciencia,
en la confesión,
en la dirección espiritual,
en la meditación
y en la escucha de la palabra de Jesús.