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Humildad

La historia de un anillo ¿Sabemos cuánto valemos?

Se cuenta que hace muchos años, había un joven triste que se sentía discriminado por todos. Decidió ir con su anciano profesor para contarle su problema: “Vine porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Dicen que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy tonto y muy idiota ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”

¿Otra virtud más?

Existen muchas virtudes. Las primeras, las teologales; fe, esperanza y caridad, de la que la

caridad es la reina. Luego vienen las cardinales, prudencia, justicia, fortaleza

y templanza. Humanas y magníficas. Luego hay muchas, alguna de ellas, como la

humildad, que no me explico que no figure entre las cuatro –cinco con ella–

cardinales. Tal vez porque sea una delicadísima mezcla de las otras cuatro. Y

podríamos hacer una lista interminable, empezando por aquellas que en las

Un virus recuerda la soberbia o la grandeza del ser humano

En estos días, de repente y casi de la nada, aparece un enemigo del ser humano. Su tamaño es minúsculo, imperceptible a la simple mirada del hombre. Sin embargo, su poder puede ser letal. Ante su aparición no faltan falsos profetas que lo identifican como un castigo de Dios. Sin embargo, el verdadero creyente, con el don de la sabiduría puede aprender mucho de esta amenaza de tamaño minúsculo.

Aprender a conversar

Conversar es un arte. Voy a parafrasear a san Alberto Hurtado que decía: lo más difícil está, no en hablar, sino en callar. El que se interesa en sí, quiere oír su voz. En la conversación, se busca frecuentemente un desahogo, aun bajo el pretexto de una consulta. Un político, en un momento dificilísimo de su gobierno, rogó a un amigo se tomara la molestia de hacer un viaje, pues deseaba consultarlo. En la entrevista sólo habló el político durante varias horas: le expuso su problema, los pros y contras de su actitud, las resistencias que encontraba.

La jerarquía de valores

En una nota anterior, comentábamos que el concepto de jerarquía de valores es crucial. Esto es así, por varias razones. Primero, porque tomamos decisiones de acuerdo a la jerarquía que le damos a nuestros valores. Además, al conocer el modo como jerarquizamos los valores, nos conocemos nosotros mismos más a fondo. Finalmente, si hablamos de los valores de un pueblo, el mexicano, por ejemplo, cuando conocemos la jerarquía de valores de la población, conocemos el alma de la cultura nacional. Vamos a explorar estos puntos.

Amores verdes

-Oiga Padre: ¿Desde qué edad se puede tener novio?

-Pues; desde los 8 años.

-¿Y es pecado darse un beso?

-Mira. Te voy a contestar con una fórmula de Teología Moral que te dejará muy claro si es pecado o no: “Pos, a según”. ¿Verdad que te quedó claro?