Mari
Mari es uno de esos seres humanos tan próximos a la extinción. Trabaja desde hace trece años en la misma casa, con la misma familia. Al núcleo familiar les ha resultado indispensable y ella ha ido, poco a poco, sintiendo indispensable a esa familia que no es la suya. Maria está adornada con la sencillez, la dulzura y el don de la donación. En los cinco hijos de los Villegas ha visto realizada su frustrada maternidad y siempre ha estado cercana a esos niños a los que cuida, educa y tanto quiere.