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comunicación

¡Su atención, por favor!

¡ Su atención, por favor !

Hace algunos años fueron de compras mi madre y mi hermana al centro de la ciudad. Como de costumbre, las llevó el chofer (del autobús) y todo marchaba bien hasta que se bajaron, mejor dicho hasta que se bajó mi mamá, pues cuando lo hizo mi hermana que iba detrás de ella, se tropezó y fue a dar al suelo con toda su humanidad. El golpe no fue de graves consecuencias, pero sí doloroso y vergonzante, amén de desconcertante por inesperado; de forma tal que, la pobre se quedó sin habla.

Amor, flor delicada

Amor, flor delicada

En la película “Secretos de un matrimonio” de I. Bergman, aparece una mujer –típica ama de casa- quiere divorciarse, pues su matrimonio es sin amor; después de muchos años en los que “todo ha ido bien”, quiere separarse y se lo cuenta a la abogado: “mi marido es una buena persona, no le reprocho nada, ha sido un padre excelente y nunca nos hemos peleado.

¡Atención a los conflictos!

Cuando hablan los esposos de sus dificultades matrimoniales es muy común oír una expresión como ésta: “lo que provocó la crisis fue una verdadera tontería”. A medida que exponen sus dificultades con más detalle, uno puede apreciar cómo, en la mayoría de los casos, son efectivamente "tonterías", cosas "típicas".

Sin embargo están preocupados porque sienten que esa tontería les está haciendo daño o, en casos más graves, destruyendo la relación. Tal vez no logran saber por qué. Veamos unos casos.

7 consejos para un matrimonio maduro

1.    El matrimonio es para amar. Y amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es donación. La medida del amor es la capacidad de sacrificio. La medida del amor es amar sin medida. Quien no sabe morir, no sabe amar. No olvides: amar ya es recompensa en sí. Amar es buscar el bien del otro: cuanto más grande el bien, mayor el amor. Los hijos son la plenitud del amor matrimonial.