Documentos Concilio Vaticano II
Internet es un mundo abierto, lleno de potencialidades, en donde millones de personas vuelcan sus intereses y sus ideas, actúan y reaccionan, hablan y escuchan, ven y escriben.
En este mundo multifacético la Iglesia descubre un horizonte inmenso de posibilidades, unas sumamente valiosas, otras no carentes de peligros, algunas claramente dañinas.
Lo que realmente importa es llegar al Cielo y ser felices por la eternidad;
para ello hay que pasar por trabajos, tribulaciones y pruebas ya que no estamos en el paraíso terrenal sino en pleno campo de batalla. El libro del Apocalipsis dice que los que están delante del Cordero, esto es, de Jesús “son los que han venido de una tribulación grande, y lavaron sus vestiduras y las blanquearon con la sangre del Cordero” (Apoc 7,14); es decir, los que confesaron sus pecados con verdadero arrepentimiento.
El Concilio Vaticano II es el concilio de nuestro tiempo y uno de los más importantes de nuestra historia. Es convocado por el Papa Juan XXIII. Cuando a Juan XXIII le preguntaron: ¿Por qué hacer un concilio? Su respuesta fue profética:
—“Porque necesitamos abrir una ventana. Necesitamos aire fresco”.
No se trataba de sancionar doctrinas o condenar errores. Se trataba de una renovación de la vida de la Iglesia, de tener un diálogo con el mundo. No se trataba de hacer diagnósticos deprimentes sino de dar remedios alentadores y mensajes de esperanza.
Al rescate de la liturgia
El Concilio Vaticano II preparó un denso e importante documento sobre la liturgia, titulado “Sacrosanctum Concilium”, que pretendía “proveer a la reforma y al fomento de la Liturgia” (n. 1).
DECRETO
Presbyterorum Ordinis
SOBRE EL
MINISTERIO
Y VIDA DE LOS PRESBÍTEROS
Proemio
DECRETO
Perfectae caritatis
SOBRE LA
ADECUADA RENOVACIÓN
DE LA VIDA RELIGIOSA
Proemio
DECRETO
Optatam totius
SOBRE LA
FORMACIÓN SACERDOTAL
Proemio
DECLARACIÓN
Nostra Aetate
SOBRE LAS RELACIONES DE LA IGLESIA
CON LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS
Proemio
DECRETO
Orientalium Ecclesiarum
SOBRE LAS IGLESIAS ORIENTALES CATÓLICAS
Proemio
CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA
LUMEN GENTIUM
SOBRE LA IGLESIA
CAPÍTULO I
EL MISTERIO DE LA IGLESIA
1. Por ser Cristo luz de las gentes, este sagrado Concilio, reunido bajo
la inspiración del Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con
su claridad, que resplandece sobre el haz de la Iglesia, anunciando el Evangelio a toda
criatura (cf. Mc., 16,15).