Peligros contra la familia y la vida
La encíclica Evangelium vitae, publicada por Juan Pablo II en 1995, denuncia en diversos momentos los peligros de la “cultura de la muerte”. ¿Qué se entiende con esta expresión “cultura de la muerte”?
Lo primero es darnos cuenta de que la palabra “cultura” tiene muchos significados. Un primer significado alude simplemente al bagaje personal, a la formación adquirida por un individuo, una formación que incluye tanto conocimientos como capacidades para la acción.
Los hombres y mujeres de buena voluntad pueden hacer mucho para defender a los más débiles: pobres, enfermos, ancianos, “heridos por la vida”, niños, embriones y fetos.
Especialmente por este último grupo de personas, que son eliminados continuamente a través del recurso al aborto. Aborto que se produce en hospitales o en lugares carentes de toda higiene, o a través de píldoras “anticonceptivas” que tienen también efectos abortivos, o con el recurso a la espiral, tan difundida en muchos ambientes sociales.
Amnistía internacional y el aborto
Amnistía Internacional, con motivo de la reunión de su Consejo Internacional (Ciudad de México, agosto 2007), hizo público un comunicado que tenía por título “Amnistía Internacional acepta el reto de un mundo dividido”. En el mismo, podemos leer el siguiente párrafo:
¿Vale la pena defender la vida?
Cada vez hay más legislaciones que se van decantando por la despenalización del aborto, por la promoción de medidas jurídicas que permitan la unión de personas del mismo sexo, lesionando el papel de la familia, y por la regulación de la eutanasia como derecho. Todos ellos son atentados contra la vida en su inicio, en su desarrollo o en su término natural. El panorama, muchas veces desalentador, nos hace preguntarnos con seriedad, ¿sirve de algo ir contra esa corriente que ve al ser humano como un objeto y no como un sujeto?
Parejas del mismo sexo, ¿tienen derecho a unos hijos?
Jorge Enrique Mújica
jem@arcol.org
“Mi mayor preocupación es que se está ignorando a los niños en el debate actual sobre matrimonios entre personas del mismo sexo”. Es una declaración de Dawn Stefanowicz, una mujer que a sus cuarenta años sigue cargando con el recuerdo de una infancia marcada por la homosexualidad activa de su padre.
Sobre la “Salud Reproductiva”.
Objeciones fundamentales a la utilización del concepto de salud reproductiva
Las objeciones fundamentales a la utilización del concepto de salud reproductiva son tres:
Estas campañas son etapas del plan de reingeniería social que llevan a cabo los países centrales y se enmarcan en un proyecto de dominio totalitario que tiene como rasgo típico el ataque al hombre en sus dimensiones físicas, psicológica y espiritual. Un totalitarismo que inhibe, paraliza, congela y anestesia la capacidad de juicio personal y la toma de decisiones libres y que se introduce en las "democracias" con trampas del lenguaje que esconden continuos atentados contra la mujer y el niño, como el aborto
Término engañoso para enmascarar la pretensión de a través de los organismos internacionales, imponer a los países pobres la mentalidad anti-vida, para evitar su desarrollo humano, que pone en peligro la supremacía del mundo rico.
El árbol de la vida
El libro del
Génesis, que relata la obra de la creación, de la creatura humana
y de su caída ante Dios, dice que luego de que el hombre se acercó
al árbol del conocimiento del bien y del mal, y comió de su fruto,
vino a ser como Dios en cuanto a conocer el bien pero también el mal.
Dios calculó la posibilidad de que el hombre quisiera después tomar
el fruto del árbol de la vida y lo expulsó del paraíso y “puso
delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante,
El que no haya sido cigoto o embrión antes de venir a este mundo, ¡que levante la mano!
Hace unos días, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Lic. Guillermo Ortiz Mayagoitia, declaró que entre los temas de mayor relevancia para ser tratados por el máximo tribunal de la nación, se encuentran las acciones de inconstitucionalidad presentadas contra la ley de despenalización del aborto en el DF, que fue aprobada en abril de 2007 y pretende legalizar el aborto del menor de doce semanas.