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Educación enla sexualidad

El sexo de los infelices

Andaban dos monjas por la calle, cuando un grupo de muchachos comenzó a increparles con obscenidades. La de más edad se volvió con sonrisa socarrona: «Si os interesa tanto el sexo, tenemos la próxima semana un taller muy interesante en el colegio, al que estáis invitados». «¡Pobres chicos! -se volvió hacia la joven-. ¡A su edad, y todavía andan así de perdidos!»

María, una misión y una respuesta

Muchas veces, escuchamos a personas que hablan de María, cómo si fuera alguien muy distinto a nosotros y por lo tanto, alguien a quien no se puede imitar porque está muy lejos de ser una persona como cualquiera de nosotros. Resulta ser todo lo contrario, a María la debemos imitar todos.

María era una persona, igual a cada uno de nosotros, no sabía que era una criatura excepcional y le costaba hacer las cosas, igual que a cualquiera. Y nosotros podemos encontrar en ella muchas cosas que imitar.