Sí,
se trata de la píldora del día después. Poco, muy poco, se dice de los
efectos reales de este fármaco. Poco se dice de los efectos secundarios
en la mujer y, sobretodo, del aborto precoz que se comente al ingerir
la píldora.
En la sociedad actual, la salud moral de los adolescentes es un
tema que los gobiernos no pueden dejar de lado. No basta con aprobar un
fármaco y quitarse un problema de encima. Cultivar los comportamientos
irresponsables, engañando a los jóvenes, invitándoles a tomar un camino
distinto al de una verdadera educación es una trampa. Cuando una
persona comienza su vida sexual de esa manera ¿Cómo podrá aprender a
dar y recibir la vida? El acto de amar no es un juego sin
consecuencias, esto es lo que algunos están perdiendo de vista.
Parece mentira que se tome tan a la ligera un tema como el del aborto. Endulzándolo y disfrazándolo bajo la capa de la “píldora del día después”sin que los consumidores sean conscientes del todo sobre lo que están ingiriendo y sobretodo de lo que están haciendo. La “píldora del día después”cuando
la concepción ya se ha producido, impide que la gestación siga adelante
al hacer imposible la anidación del óvulo fecundado –que ya es un nuevo
ser humano- en el endometrio de la madre. Lo que se busca con “la píldora del día después”
es transmitir una imagen suave y sin riesgos de algo que va más allá de
lo que los consumidores saben. Pues les pone ante el asesinato de un
nuevo ser humano. Todo cuanto favorece al aborto es peligroso.
Suele haber una confusión de términos como embarazo y aborto.
El American College of Obstetricians and Gynecologists en 1970, definía el embarazo como "el período comprendido entre la anidación del embrión en el útero y el parto".
Esta definición conlleva, de forma implícita, que la existencia
individual del embrión sólo comienza con la implantación. Sin embargo,
esta definición es falsa, pues antes de la anidación del embrión,
existe la fecundación y la concepción del mismo, objetivo al que la
píldora ataca inmediatamente.
Con el concepto de aborto se definía y se entendía normalmente la
interrupción del embarazo como tal. Con la actual definición de
embarazo, que he comentado, la eliminación de embriones entre la
fecundación y su anidación en el útero, quedaba fuera de la categoría
de aborto. A partir de este momento surge una gran incógnita ¿Cómo
llamar el asesinato o rechazo del embrión antes de la implantación en
el útero? Algunos lo han querido llamar contracepción, término
equivocado, pues ya existe la concepción y no está previniendo nada
como en sí mismo indica. De aquí la gran confusión que se ha creado no
sólo en el público en general, sino incluso en médicos y políticos al
momento de legislar sobre el tema.
B. Carlson, profesor y jefe del Departamento de Anatomía y Biología Celular de la Universidad de Michigan, afirma: "El embarazo humano comienza con la fusión de un huevo y un espermatozoide" y T.W. Sadler, profesor de Biología Celular y Anatomía de la Universidad de Carolina del Norte, señala:
"El desarrollo de un individuo comienza con la fecundación, fenómeno
por el cual un espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se
unen para dar origen a un nuevo organismo, el cigoto". Estas dos
definiciones están en lo que todos debemos entender por embarazo y, por
consiguiente aborto, que es la interrupción del mismo desde el primer
momento de la concepción.
El inicio de la vida de un nuevo ser humano
De lo anterior no es difícil deducir que el inicio de la vida de un
nuevo ser humano es a partir del momento de la fecundación. No es tan
claro para muchos países, donde se ha legislado que el embrión es el
equivalente a una mezcla especial de células, por lo que se puede
experimentar y desechar a los mismos tranquilamente, como se hace de
unos meses para acá en España. Otros se han aventurado más, afirmado
que existe un ser humano dependiendo de la capacidad de desarrollo que
tiene durante la gestación, el famoso aborto eugenésico, promovido en
los países anglosajones. Y otros buscan justificar el aborto hasta 23
semanas después de la concepción con el mal llamado “aborto tardío”
que se produce con el asesinato del feto antes de nacer. Podemos decir
que todas estas decisiones se caracterizan por el poco aprecio por la
vida, por darle un valor a la vida humana muy condicional. Podemos
estar a las puertas de una cultura que depende del contexto en el que
se mueva para poder acondicionar todo a su gusto. Una cultura que deja
de lado la vida y abre paso a la muerte para ganar aparentemente en
perfección y comodidad.
Reflexión final
La tendencia a facilitar en muchos países la píldora del día
después esconde el hecho de que ya se está cometiendo un aborto en la
mayoría de los casos. Por otra parte, el facilitar este tipo de
fármacos, y darles la publicidad a bomba y platillo, lleva a
incrementar la inconsciencia y la actividad sexual de los adolescentes.
Les conduce a muchos a un callejón sin salida, al camino de "abortos sin preguntas". Un artículo publicado en "The Telegraph" (11
diciembre) citaba la reacción de la Iglesia Católica de Inglaterra y
Gales a la iniciativa. La declaración de la Iglesia dice: "Que el
Gobierno desee permitir a las adolescentes comprar esta píldora del día
después tan libremente y sin la supervisión de un doctor, es equivocado
y potencialmente peligroso. Animar actitudes superficiales hacia el
sexo no es un modo efectivo o seguro de reducir los embarazos en
adolescentes".
Es una gran irresponsabilidad cuando se ocultan los riesgos y en
qué consiste el uso de la píldora. El método, no es fiable al cien por
cien, produce muchos efectos secundarios. Por lo que no se logra el
efecto buscado: producir un aborto “en oculto”; los efectos
secundarios pueden crear complicaciones que requieren asistencia
médica. A todo esto, hay que añadir el peligro de transmisión del sida.
Recientemente se ha dado a conocer la notable ineficacia
antirretroviral de la llamada “píldora del día después”, así
como los riesgos cancerígenos que a medio plazo produce la artificial
interrupción de un proceso tan absorbente como el embarazo.
No puede haber rechazo de la muerte sin condena del aborto; no se
puede sólo buscar condenar los actos criminales, la guerra y las
injusticias sociales, si antes no se legisla y se defiende al que está
por nacer, evitando introducir nuevas argucias y métodos para
tranquilizar las conciencias. ¿Cómo se puede pronunciar alguien contra
el patíbulo, contra la pólvora, contra el crimen, contra el deterioro
de la naturaleza, contra la extinción de ciertos animales, si antes se
ha permitido que la vida humana sea pisoteada cuando apenas inicia? La
píldora del día después "transmite la imagen de un aborto fácil y sin riesgos".