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Educación de los hijos

Educación del carácter

El carácter de un hombre es su destino. Todos desearían que las personas que están a su cargo fueran de una pieza: sinceras, armoniosas... es decir, personas de carácter. El carácter es la cualidad humana gracias a la cual las potencias superiores –inteligencia y voluntad- predominan sobre las potencias inferiores.

Apostolado en el hogar

En su libro ¡Levantaos! ¡Vamos! El Papa Juan Pablo II escribe: “el deseo de santidad se desarrolla mucho mejor cuando encuentra a su alrededor el clima favorable de una buena familia. ¡Qué importante es el ambiente familiar! Los santos generan y forman santos” (p. 96). Y continúa su libro ¡Levantaos!

Afanarse en la educación de los hijos, dice el Crisóstomo

San Juan Crisóstomo escribió, en el siglo IV; un libro sobre La vanagloria y la educación de los hijos. A este santo, arzobispo de Constantinopla, la gente le puso el apodo de "Crisóstomo" que significa: "boca de oro", porque sus predicaciones eran enormemente apreciadas por sus oyentes. Este el más famoso orador nació en Antioquía (Siria) en el año 347. Era hijo único de un gran militar y de una mujer virtuosísima, Antusa, que ha sido declarada santa también.

Adulterio y algo más

El amor es la vocación fundamental de todo ser humano. Todos deseamos amar y

ser amados sin equívocos. El don del cuerpo en la relación sexual es el símbolo de la donación total de la persona. Esto no se consigue con el adulterio pues esa pareja, al no ser verdaderos esposos, actúan con mentira como si lo fueran, falsean así uso de la sexualidad y se hieren a sí mismos en lo más profundo.

¿Hay esperanza frente al alcoholismo?

Al escritor Jorge Luis Borges, anciano y ciego, le preguntaba un joven:

“¿Cómo es posible que un hombre tan culto e inteligente como usted, se empeñe en oponerse al curso de la historia?”. La respuesta fue la siguiente:
“Oiga, joven ¿no sabe usted que los caballeros sólo defendemos causas perdidas?”. Las causas perdidas son las únicas que vale la pena defender. No
sólo porque las otras se defienden solas, sino porque la verdad siempre aparece como desvalida.

María, guía y modelo

Santa Teresa del Niño Jesús, hablando de ciertos sermones sobre la Virgen Santísima, decía: “se la presenta a la Virgen inaccesible, habría que presentarla imitable”.Es verdad que María es inaccesible en los altísimos privilegios que coronan su maternidad divina, y es justo considerar tales privilegios para admirar, contemplar y alabar las grandezas de nuestra Madre y para enamorarnos más de ella; pero al mismo tiempo hay que mirar a María en el cuadro concreto de su vida terrena, ambiente humilde y sencillo, que no rompe las líneas de la vida ordinaria común a toda madre de

María te ofrece al Hijo de Dios

1- En aquel templo se habían ofrecido muchos animales, en particular abundantes corderos. Muy poco valían- aquel día una joven madre ofrecía un par de tórtolas con una mano y con la otra y con el corazón ofrecía la ofrenda mejor, salida de sus purísimas entrañas, al Hijo de Dios envuelto en la carne del hijo del hombre. El templo se había hecho para esta ofrenda única. El Padre la aceptó totalmente satisfecho. Tomó aquel puñadito de carne de manos de María diciendo. Este es mi Hijo muy amado en quien tengo todas mis complacencias. ¡Gracias, María! ¡Gracias, Hijo mío”.

La escuela de la fortaleza

Un estudiante decía a su maestro:
—¿Por qué seré tan tímido? ¿Por qué me siento inferior por mi poca estatura y porque tengo poco dinero?
Su maestro respondió:
—Porque tienes una falsa escala de valores: ¿piensas que la Madre de Jesús o San José se sentían poca cosa porque eran pobres? Te falta la verdadera estatura de un hijo de Dios. Eres grande y no lo sabes.