Queridos Hermanos y hermanas:
La Arquidiócesis primada de México saluda el VI Encuentro Mundial de las Familias y da la bienvenida a todos los participantes no sólo a los que nos visitarán, sino a quienes –a través de los medios de comunicación estarán en contacto con el desarrollo de este evento.
En las primeras décadas del siglo XX. Algunos pensadores ya vislumbraban la globalización y hablaban de la interacción de todas las razas y culturas. Ponías por ejemplo a una aldea, pero global, en la que lo local se hacía mundial y lo mundial se hacía local gracias a las telecomunicaciones.
Esta intuición es ya una realidad. Pues innumerables países y naciones, ahora, están conformados por la familia humana, en donde están presente múltiples realidades sociales y culturales y cada una de ellas ocupa un lugar en el corazón de su madre que es la Iglesia, de modo que todas las familias, en este Encuentro Mundial, tienes mucho que decir, aportar y aprender de los demás.
Europeos, asiáticos, africanos, americanos y personas de distintas regiones estamos aquí en el México festivo y hospitalario para hablar de las familias y sus valores, dándonos las manos y compartiendo la fe en Jesucristo y la experiencia de ser Iglesia Universal rica en experiencias e ideales. Unidos todos en el amor de Cristo: quienes vivimos en las grandes urbes con quienes lo hacen en las zonas rurales, obreros, campesinos e indígenas, profesionales, estudiantes, porque cada uno de nosotros forma parte de la familia, proyecto querido por Dios desde los inicios de la creación y la raíz sin la cual no entenderíamos lo que somos ni alcanzaríamos a vislumbrar un futuro civilizado y feliz.
Teniendo como inspiración de comunión de amor a la Santísima Trinidad, bajo la mirada amorosa de Nuestra Señora de Guadalupe y con la orientación pastoral de su Santidad Benedicto XVI, este VI Encuentro Mundial de las Familias abordará bajo una óptica cristiana –en voz de prestigiados cardenales y obispos, sociólogos, filósofos, teólogos y especialistas en distintas áreas- las diversa realidades de la familia, esperanzadas pero también dramáticas, bajo aspectos teológicos, humanistas. Legislativos. Antropológicos y económicos, en los que al final de cuentas está presente la familia, su desarrollo, sus problemas y su futuro.
Detrás de cada una de las ponencias estarán las distintas realidades sociales: la familia ordinaria, pero también los divorciados, las parejas que tiene hijos pero que no están unidas por el sacramento del matrimonio, las madres solteras, los niños de la calle, los ancianos, los discapacitados, las viudas, y viudos, todos.
En esté VI Encuentro Mundial de las Familias tenemos bien presentes las palabras de Santa María de Guadalupe al humilde San Juan Diego: “¿Qué no estoy yo aquí que soy tu madre?” Y es nuestra Madre Santísima de Guadalupe quien nos recibe y brinda su nación, su casita del Tepeyac para convivir como hijos de Dios. Pero al mismo tiempo, este evento es un reto para comprometernos más a fin de que de que la gran familia humana viva una mayor fraternidad que haga posible heredar un mundo mejor en el que las nuevas generaciones reciban como herencia la civilización del amor fincada en la verdad, la libertad, la justicia y la paz.
Deseo mucho éxito a todos los participantes de esté VI Encuentro mundial de las Familias y como Arzobispo de México, lo encomiendo al sagrado Corazón de Jesús a quien está consagrada nuestra patria y a la bien amada siempre Virgen María de Guadalupe, madre del verdadero Dios por quien se vive, para que sepamos aprender de la humilde familia de Nazareth las enseñanzas necesarias para acercarnos al modelo de santidad al que todos estamos llamados por Dios.
+Cardenal Norberto Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México