La historia del Tigre y la liebre.
La juventud de dar
1) Para saber
EL Papa Benedicto XVI tuvo una entrevista con diversos medios de comunicación, sobre la situación mundial. Uno de los temas fue el de los jóvenes.
El Papa destacó el gran bien que pueden, entre otros, con su voluntariado, en donde dedican su tiempo a obras de caridad.
Un relato nos puede ayudar a ejemplificar esta idea. Sucedió que un joven estaba muy decepcionado de la vida. Su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas. Parecía que ya a nadie le importaba nadie.
Sucedió que un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido que no podía valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: - "No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas." Así que el joven decidió rehacer la experiencia... se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara. Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Siguió así durante todo el día siguiente... y el siguiente... así que decidió no seguir. Sentía dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado, casi no sentía deseos de levantarse, entonces allí, en ese instante, estando más decepcionado que al inicio, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, oyó una voz con mucha claridad,... era una voz, muy dentro de él, que decía: - "Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad... deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre."
2) Para pensar
El Papa nos invita a vivir la caridad, y nos dice: “El compromiso para dar una contribución personal ante las necesidades de este mundo es una gran cosa… buscad las ocasiones para hacer el bien; el mundo necesita esta voluntad, necesita este compromiso”.
En ocasiones costará sacrificio, puede ser que no tengamos entusiasmo para hacer el bien, pero lo importante es hacerlo. Si hubiera entusiasmo, qué mejor, pero si no, entonces mostraremos al Señor que lo hacemos por amor a Él y no por nosotros.
A veces estamos acostumbrados a hacer solo lo que nos gusta, y como la caridad exige sacrificio, lo dejamos para otro momento, que difícilmente llegará. Pensemos pues, si estamos dispuestos a hacer el bien, no importando en que estado de ánimo estamos.
3) Para vivir
En nuestro actuar hay dos posibilidades: hacer las cosas por nosotros o por los demás (especialmente por Dios). Si obramos por amor, buscaremos siempre agradarle a Dios y a los demás.
El gran peligro de la vida es vivir para nosotros olvidándonos que hemos de vivir por amor. Nada más contrario al amor que el egoísmo. Por ello nos dejó escrito San Josemaría Escrivá: “Decía un alma de oración: en las intenciones, sea Jesús nuestro fin; en los afectos, nuestro Amor; en la palabra, nuestro asunto; en las acciones, nuestro modelo” (Camino 271).