La vida tiene muchos aspectos pero nuestra época se ha centrado en uno de ellos: la afectividad. El tema de las relaciones sexuales es uno de los más discutidos y de los menos entendidos.
La sexualidad envuelve todo lo que un ser humano es. Involucra a la mente, la voluntad y a la personalidad entera. Una persona que no lleva el control de sus sentimientos, normalmente tampoco controlará otras facetas de su vida. Elegir a la pareja indicada es una de las decisiones más importantes de la vida. No se debe elegir sólo en base a los sentimientos, porque los sentimientos son cambiantes. Cuando una persona es joven difícilmente distingue entre amor y pasión. Por eso, antes de permitirte un mayor compromiso, has de pensarlo bien y acudir al consejo de una persona madura, interesada en ti, en tu bienestar.
PASIÓN: En cuanto un romance empieza, las pasiones empiezan a ganar terreno sobre la mente, razón que te puede dificultar tomar decisiones racionales.
Bajo la influencia de las pasiones, los deseos del cuerpo humano se fortalecen al grado de nublar tu mente y desarmar tu sentido común. Este es el momento en el que muchos adolescentes cometen errores que más tarde pueden lamentar toda la vida.
No hay otra emoción que cause mayor "dolor de corazón" que la pasión.
Generalmente ésa es la razón que explica que una persona se case con la persona inadecuada, y viva el resto de sus días lamentándolo. Las pasiones sin control provocan embarazos no deseados, enfermedades venéreas y otros males como el aborto.
Si no eres casado, la lección más importante que puedes aprender es la de dominar tus pasiones. Si las dominas, dejas que tu razón sea la principal guía de tu vida. La razón humana es capaz de considerar muchos factores, incluyendo los del pasado y los del futuro, para hacer mejores decisiones.
El cuerpo, en cambio, sólo ve el placer inmediato.
La respuesta al problema de las pasiones desbordadas no es la píldora anticonceptiva ni el aborto, sino tomar control de la propia vida y no dejar que nos "usen".
SI ME AMAS, HÁZMELO SABER: Habrás oído que dicen:
-"Si me amas, demuéstramelo"...
Y has oído la respuesta:
-"Si no cedo, puedo perderlo"...
Lo que pasa es que ambos sufren una falta de comunicación.
Cuando se les preguntó a adolescentes en un salón de clase: "¿A cuántos de ustedes les gustaría llegar vírgenes al matrimonio?", la mayoría alzaron la mano. Allí está la respuesta. Si casi nadie se quiere casar con quien ha tenido relaciones sexuales con 14 personas distintas, es mejor esperar. Si la experiencia sexual fuera necesaria para que el amor crezca entre dos personas, todo el mundo querría casarse con una prostituta.
La gran pregunta aquí es: "¿Qué motivo tienes?". Tú te sientes más satisfecho de ti mismo si desarrollas una fuerza interior que fortalezca tu voluntad y tu carácter. El amor verdadero exige un 100% de compromiso. Si estás confundido respecto a tus emociones no te involucres en la sexualidad con facilidad: allí entregas lo más íntimo de ti mismo. No entregas "tu cuerpo". Te entregas tú completo.
Muchos jóvenes ven el sexo como un "hambre" que pide ser satisfecha. Quieres una amistad íntima con tal urgencia que puedes dar tu ser al primer postor, a cualquier precio y en cualquier nivel. Sin embargo, has de enfrentar el hecho de que el sexo es mucho más que un acto biológico, o físico. Hay toneladas de hechos que demuestran lo destructivo que son las relaciones sexuales fuera del matrimonio.
El amor y el compromiso que supone, hace que sólo el matrimonio sea el marco adecuado para este tipo de relación. Las personas casadas encuentran mayor emoción y placer en las relaciones sexuales que las solteras porque no cargan con esa culpa en su conciencia.
El mito del "sexo-por-diversión" es promovido por personas sin escrúpulos que sacan mucho dinero vendiendo sexo o productos para aumentar la atracción. Desgraciadamente, muchos creen en ello.