Lo que las Sagradas Escrituras sí enseñan sobre el fin del mundo
Para que el mundo se acabe deben cumplirse antes ciertos acontecimientos
Advierte san Pablo: «Por lo que respecta a la venida de nuestro Señor Jesucristo... os rogamos, hermanos, que no os alarméis... por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras... que os hagan suponer que está inminente el Día del Señor... Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse... el Hijo de perdición» (II Tes 2, 1-3).
Esto significa que el mundo no se acabará sin que antes sobrevenga una serie de acontecimientos.