El cura de Ars: sus diálogos con Dios y con el diablo
A media noche, desde el fondo del patio de la casa de San Juan María Vianney, el famoso cura de Ars, en las vísperas de las grandes peregrinaciones, cuando miles de fieles se ponían en camino y preparaban para ir a esa parroquia a confesarse y ver al santo, con frecuencia, a lo largo de muchas horas, e incluso hasta la madrugada, se escuchaban estruendosos ruidos como de objetos de hojalata.
Luego, una voz grave y garrasposa, le gritaba a través de su ventana:
– ¡Vianney, Vianney, despierta, dormilón!
Y continuaba: