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Tradición cristiana

Oración de confianza ante la enfermedad

Oración de confianza ante la enfermedad

  

Señor Jesús, Te agradezco por el don de la vida.
Tú conoces las personas y las circunstancias que
me han formado ya sea física como emocional y
espiritualmente. Ellas, y las más íntimas experiencias
de mi mente y de mi corazón, me han hecho la persona
que soy ahora.

Perdóname, Señor, por todas las veces que te he
fallado, por mi fallos contra mi mismo y los demás.
Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han
fallado de alguna manera y me han herido.

Credo del dolor

Credo del dolor

 

A las almas adoloridas, que cargan pesos insufribles, a quienes sus cruces pareciera aplastar sin remedio, el recuerdo del valor pleno de sentido del dolor otorga al sufrimiento una trascendencia del que están privados los paganos. Recomendamos vivamente su lectura y hacer de su difusión un apostolado

CREO que otorgó Dios el dolor al hombre con designios de amor y de
misericordia.

CREO que Cristo Nuestro Señor ha transformado, santificado y casi divinizado el dolor.

Súplica a María 2

Súplica a María

Madre mía ,en el comienzo de este día bendíceme,
que tu amor y tu oración maternales me acompañen a lo largo de toda esta jornada.
En las dificultades del trabajo, ayúdame.
Si flaqueo en mis buenos propósitos, anímame
En las dudas y decisiones, guíame.
En mi "obscuridad", "ilumíname".
Cuando me desprecien u olviden, ámame.
En las tentaciones y peligros, defiéndeme.
En las ansiedades y angustias de mi alma, cálmame.

ENSÉÑAME, SEÑOR, A ENVEJECER

ENSÉÑAME, SEÑOR, A ENVEJECER

Señor, enséñame a envejecer.

Convénceme de que no son injustos conmigo
los que me quitan responsabilidad, los que no me piden mi opinión, los
que llaman a otro para que ocupe mi puesto.

Quítame el orgullo de mi
experiencia pasada; quítame el sentimiento de creerme indispensable, que
en este gradual despego de las cosas yo sólo vea la ley del tiempo, y
considere este relevo en los trabajos como manifestación interesante de
la vida, que se releva bajo el impulso de tu providencia.

Súplica a María 1

Súplica a María

Concédenos, Virgen Santa, un poco de consistencia para nuestro barro; un poco de luz para nuestra noche; un poco de paz para nuestra lucha de cada día; un poco de fe para nuestra duda; un poco de alegría para nuestras penas; un poco de amor para nuestro egoísmo; un poco de agua para nuestra sed; un poco de vida para nuestra vida; un poco de servicio para nuestra comodidad; un poco de calor para nuestra frialdad; un poco de ilusión para nuestra desgana; un poco de tu auxilio para nuestra necesidad.
Amen.

Oración de las personas pro vida

Oración de las personas pro vida
 
Oh Dios, Padre y Creador de la vida humana, no permitas que nunca nos desanimemos en la defensa, del don precioso de la vida, desde su comienzo con el milagro de la concepción, hasta la serenidad espiritual de la muerte natural.

Inspíranos para que recordemos que sin Ti nada podemos y que lo que hacemos por los más pequeños, especialmente los indefensos bebés por nacer, tan amados por ti, lo hacemos por tu Hijo, que vive y obra en nosotros.

Salve, Reina de los cielos

Salve, Reina de los cielos

Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.

Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

D: Que con el auxilio de tan dulce intercesora,
T- seamos siempre fieles en el terreno caminar.

Amén