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Servir

!Yo!

Se llama Marisa. Cuando era adolescente asistió a una junta en la que se convocó a los jóvenes de la colonia para formar un grupo juvenil. Muy entusiasmados, proporcionaron sus ideas para la realización del amado proyecto y llegó el momento de deslindar responsabilidades.

La verdad

Hambre de la verdad

Convivir con un niño es una experiencia que nos enriquece. ¡Qué maravilla descubrir el hambre de verdad de una mente nueva, recién estrenada! Los niños nos permiten descubrir de nuevo ese mundo al que ya estamos tan acostumbrados.

La responsabilidad

 

La Responsabilidad¡Qué alegría cuando nace el primer hijo! En él se ven realizados los sueños acariciados muchas veces desde la infancia y en él se fincan nuevos sueños nacidos del amor generoso de la paternidad.

El hermano mayor

La honestidad

La corrupción somos todos

En cierta ocasión predicaba en Misa acerca de la corrupción. Mientras les decía a los fieles que tan corrupto es el policía que pide mordida, como quien accede a darla, una niña de escasos ocho años levantó la mano para pedir la palabra y se la di extrañado por la interrupción.

¡Mi papá es policía y no es corrupto!

El bien

¿Qué tiene de malo si a mí me gusta?

Ingrid tenía un problema de conciencia. Por una parte estaba la enseñanza que sus papás (de manera especial su mamá) le daban sobre el amor y el sexo, y por otra, su propio modo de pensar, influenciado por lo que sus amigas y amigos pensaban sobre esta práctica.

La dignidad

La familia es el lugar de formación donde se aprende a vivir los grandes valores; el lugar querido por Dios para formar al ser humano; el lugar donde nos instruimos para ser personas; el lugar donde aprendemos a amar y a ser amados, a ser generosos, fieles, honestos y esponsables.

Por ello, el semanario Desde la fe publica una serie de fichas coleccionables para promover los valores desde nuestra familia. Ponemos esta nueva sección bajo el amparo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Recuerdos de mi infancia