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Germán Sánchez Griese

El secreto de la felicidad

Corazón inquieto

Una vez que hemos hecho esta recapitulación vale la pena que te pregunte qué estas haciendo con tu vida, hacia dónde la estas dirigiendo. Si has cumplido con honestidad cada una de las actividades de los artículos precedentes seguramente habrás experimentado ya un cambio en tu vida. Los procesos de introspección, de evaluación diaria, de purificación y el haber comenzado a fortalecer tu voluntad deberán desembocar en una vida cada vez más cercana a Dios y a sus intereses, a su voluntad.

El encuentro con la eternidad

La muerte nos enseña a vivir

Al comenzar este artículo, quiero que nos situemos en el año de 1997, precisamente en el verano de aquel año. Terminaban los calores y el mundo entero se convulsionó con una noticia. La fotografía de todo un personaje dio la vuelta al mundo entero. Si durante toda su vida, o más precisamente, después de su boda, ya era noticia, ahora lo era sin duda alguna más noticia, si cabe esta expresión.

¿Cuánto puedo "beber" sin pecar?

Una de las actividades sociales más comunes y ordinarias en nuestra vida es la de beber. Lo hacemos en diversas ocasiones y por diversos motivos. Brindamos por la salud y la felicidad de los recién casados, por el éxito en un negocio o la apertura de una nueva empresa, por el hecho de encontrarnos reunidos en familias o con amigos. Por el gusto de acompañar con un buen vino una buena comida. Para relajarnos y pasar un momento agradable en un antro o en casa. ¿Es malo beber alcohol?

¿Cómo combatir tu defecto dominante?

El camino de la santidad

Muy bien. Me imagino que en este momento te preguntarás: ¿qué voy a hacer con mi defecto dominante? Lo primero que debes hacer es felicitarte. Sí, felicitarte porque te has conocido un poco más a ti mismo. Si haz elegido ser mejor católico, luchar por alcanzar la santidad de vida a la cual todos estamos llamados, entonces ¡felicidades! Ya sabes por donde enfocar todas tus baterías, ya sabes cuál es el enemigo que debes vencer: tu soberbia o tu sensualidad.