Con la brisa del mar
No sé a quién le vayan a llegar estas líneas, ni tampoco si van a servir para algo. Me siento como un náufrago en una isla, que arroja un mensaje en una botella sin saber lo que va a pasar después. Pero vamos allá.
Me llamo Fernando. Nací en Barcelona hace ya bastantes años, en una mañana del mes de noviembre. Jamás me imagine que Dios pensaba en que yo un día fuese legionario de Cristo, pero ahora me encuentro en Roma, ya sacerdote.