No, no es la conocida canción romántica de Jorge Sepúlveda la que te voy a recordar aquí y que tú tarareas de vez en cuando. Lo que te voy a decir es lo que a mí, como a cualquier persona reflexiva, me sugiere la contemplación del mar.
-El mar me habla de la grandeza de Dios creador, que hizo todo con sabiduría y amor.
-Todo en el mar es apto para pensar en la infinitud de Dios y su amor infinito.
-El mar, por contraste, me sugiere la pequeñez e insignificancia del ser humano.
-Del mar procede-los expertos lo afirman- la vida global, por evolución.¡Qué maravilla¡.
-Mi alma sintoniza con los varios estados de la mar: paz, sosiego,cambios, tormenta,ira..
-Sube y baja la marea, y el oleaje se mueve y alborota. ¿Quién puso barreras al mar?.
-El mar une y separa . Ha sido y es el medio mejor de comunicación entre humanos.
-El mar fue, es y ¿será? fuente más valiosa de alimentación para millones de personas.
-Si hay agua para todos .¿por qué no llega su abundancia benefactora para todos?
-Miles de personas han muerto en la aventura de buscar en él un horizonte a sus vidas.
-El mar inmenso, inconmensurable, extenso, eterno y profundo…¿Quiénes no le aman o le temen?.A mí me sirve para revelarme la figura de su autor y creador. ¿Y a usted?.