Pasar al contenido principal

dejar

Dejarme encontrar por Cristo

Cristo recorre los caminos del mundo. Busca hoy, como lo hizo hace 2000 años, corazones heridos, corazones hambrientos, corazones necesitados, corazones vacíos.

Ofrece amor, regala paz, resucita entregas, provoca santidades. Limpia, sana, dignifica a hombres y mujeres zarandeados por la vida, hundidos en el pecado, abatidos por la tristeza, marginados o rechazados por sociedades llenas de egoísmo y vacías de esperanza.

Déjate

Déjate

Hace ya tiempo que comprendí
Tú me buscaste en todas partes,
la llama que un día comenzó a fallar, Tú no dejaste se apagase.

Yo no comprendo y digo:
¿Qué será? Será que estaba equivocado, y he descubierto que este loco está
de amor muriendo porque le ame.

Yo no he querido saber más
de la locura que me late,
pero la fiebre quiere regresar
y El no dejó de predicarme

Y tú me dices:
Déjate, que te consuma este fuego
no apagues ya más esta hoguera,
que si no hay fuego no habrá luz.
Créeme, que estoy clavado porque te amo