La humanidad de Dios
«¿Cómo puedo saber que Dios existe?»: así preguntaba un niño, hace unos años, a su padre. Éste respondió: «Cuando se ha caído en la droga hasta el abismo, es imposible salir; y ya ves, ¡yo he salido!» ¿No es esto acaso algo del otro mundo, ¡pero en este mundo!? Basta con abrir los ojos para ver a Dios.