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Voto popular y derechos humanos

Hay lugares del planeta donde todo parece ir al revés. Si un referéndum popular o un parlamento aprueba una ley a favor del aborto o del mal llamado “matrimonio entre personas del mismo sexo”, casi nadie está dispuesto a parar esas leyes, como si fuera suficiente el voto “democrático” para justificarlas.

Voto de castigad

Tal parece que, además del voto de castidad -por el cual algunos se comprometen a vivir el celibato apostólico, dentro y fuera del estado religioso- existe un curioso voto de “castigad”, es decir, la decisión de algunas personas casadas de no cumplir el débito conyugal cuando deciden castigar a su cónyuge por diversos motivos.

Señor Diputado, Señora Diputada, ¿Quién es Usted?

Después de una larga campaña y muchos cientos de millones de pesos (que, por lo que leemos en la prensa, podrían haber dado agua potable  o escuelas a muchos mexicanos que carecen de ellas), llegamos al final de una campaña electoral en el más lamentable estado de confusión. Hoy, señores y señoras candidatos, sabemos muy poco sobre ustedes, que desean ser nuestros representantes en el Poder Legislativo.

El voto cristiano

Un católico, cualquier cristiano, no debe  frivolizar con su voto. El día que tomemos conciencia de que somos responsables del rumbo de la política, comenzaremos a ver defendida la vida de todos; la familia, que tanto bien aporta al individuo y a la sociedad ( en España se la equiparado con lo que no es ni siquiera una caricatura de ella, además de estar a la cola en prestaciones familiares).