El cuarto mandamiento al servicio de la civilización humana
Entre las definiciones de Dios destaca una que sirve de luz en los momentos de dificultad, cuando los problemas nos hacen perder el horizonte: Dios es “el Señor, amante de la vida” (Sabiduría 11, 26). La Escritura nos hace ver que Dios no puede olvidar nada de lo que sale de sus manos: es un Dios amor, que se une libremente con todas sus creaturas.