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Volvernos a Dios

Los creyentes sabemos que Dios habla al hombre de muchos modos y maneras. Uno de ellos es por medio de los acontecimientos gratos o menos gratos de la vida- ”señales de los tiempos-”en lenguaje evangélico.

Volvernos a Dios

Es fácil constatar que los hombres hemos tocado fondo y casi hasta techo, en la subversión de valores religiosos, espirituales y trascendentes. La humanidad camina, en su mayoría, de espaldas al único y verdadero Dios, revelado por Jesucristo, su Hijo. Las personas rinden culto a los ídolos –“hechura de sus manos y que no pueden salvar”.Entre éstos: el poder, el dinero, el placer, el materialismo, el progreso, la ciencia, haciendo de ellos su Absoluto. Dios N. Señor, ha quedado desplazado y arrinconado.

Volver a la casa del Padre

Dios es Padre. Existimos, somos, por Él. Nuestra vida se comprende desde su amor. Nos ama como un padre, como una madre, y desea lo mejor de nuestras vidas. El lo es todo para nosotros. Cada suspiro, cada latido del corazón, prolongan su amor y su fidelidad. Existo porque Dios me ama.

Pero a veces preferimos nuestros planes, nuestro bienestar, nuestra autonomía. Nos enamoramos de un espejismo, de una nube, de un proyecto personal. Dejamos la casa del Padre, y partimos lejos.