Los humanos nos distinguimos de los irracionales porque tenemos la facultad de reflexionar e indagar sobre todo lo que nos sucede. Tanto creyentes como increyentes ante catástrofes que afectan a todos, podemos y debemos sacar las conclusiones pertinentes.
Desde la postura cristiana, sabemos y creemos que nada sucede al azar o porque sí. Todo tiene un sentido. Nuestro Dios no es mudo, ni es ajeno ni se desentiende del devenir humano. Sigue hablando a los hombres de mil modos y maneras.¿No nos estará hablando por los acontecimientos encadenados que nos van sucediendo?.
Para el que quiera meditar desde su fe y confiar en Dios, ¿no le dicen nada la multiplicación en tantos sitios de guerras, maremotos, actos de barbarie, terrorismo, injusticias, hambrunas, genocidios, emigraciones masivas, sequías, huracanes, epidemias globales, como la del sida etcétera?.
Echando una mirada a nuestra España, ¿nada dicen catástrofes ecológicas como las del Prestige, las víctimas del Carmelo, atentados etarras, los incendios de Guadalajara, las muertes del 11 M etcétera?.
Ojalá surgiesen por todas partes profetas que en nombre de Dios alertasen a todos que esto no puede seguir así. Vivimos, colectiva y personalmente, como si Dios no existiese, como si su Ley no contase. Las leyes actuales,( aborto, divorcio, matrimonios gays, eutanasia) en gran parte, hacen caso omiso de la voluntad divina. Para muchos el pecado no existe. Cada uno se hace la religión a su manera. Esto y mucho más es la triste realidad del panorama español.
¿Remedio?.No hay más salida que la conversión y la vuelta a Dios. Estamos a tiempo. Así al menos lo ve y manifiesta uno más de los que siguen creyendo-pese a todo- que Dios es Padre compasivo y misericordioso..