Marcianos en la tierra
El hombre siempre desea conocer lo extraño, lo que puede venir de otros mundos. La afición por los marcianos, por los extraterrestres, se aviva por épocas, recobra vida en la marcha de las generaciones humanas.
El hombre siempre desea conocer lo extraño, lo que puede venir de otros mundos. La afición por los marcianos, por los extraterrestres, se aviva por épocas, recobra vida en la marcha de las generaciones humanas.
El mundo se hace más luminoso, más bello, cuando vivimos según el querer de Dios. Porque al vivir según Dios traemos un “poco de cielo” a la tierra.
“La tierra llega a ser «cielo» si, y en cuanto que, en ella se realiza la voluntad de Dios”, escribe Benedicto XVI en su libro “Jesús de Nazaret”. Puesto que, recuerda el Papa, “la esencia del cielo consiste en ser una sola cosa con la voluntad de Dios, la unión entre voluntad y verdad”.
El pan de la tierra Señor
el pan trabajado Señor
te ofrecemos, entregamos
presentamos, hoy a Ti
en un signo de todo el amor.
El vino también estará
el cáliz y el pan
con las manos extendidas
te ofrecemos hoy a Ti
pan y vino en un signo de amor.