“Hasta la eternidad”
Bartolomé Blanco Márquez tenía 21 años. Era un joven con deseos de trabajar. Ante sí veía el futuro abierto.
Además, estaba enamorado. Su novia, Maruja, era una de sus mayores alegrías.
A Bartolomé, como a tantos miles de cristianos en España y en el mundo entero, le llegó la hora de la prueba. En su Patria se había encendido un odio feroz contra Cristo y contra la Iglesia. Muchos hombres y mujeres eran asesinados simplemente por el “delito” de ser católicos.