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samaritano

Buen Samaritano del tercer milenio

Contra lo que a veces pudiera parecer, la historia está plagada de “buenos samaritanos”, la mayor parte de ellos anónimos. Según la conocida parábola del Señor, se llama “buen samaritano” a aquella persona que procura hacer el bien desinteresadamente, particularmente si le supone un sacrificio especial hacerlo, o de alguna manera se excede en su realización. Si además no llama a las cámaras para levantar acta del hecho, o no pide nada a cambio, estamos delante de un auténtico “buen samaritano”.

El buen samaritano

El buen samaritano

Anda faltando en el mundo
algún buen samaritano,
que trate al hombre de hermano,
tenga la sangre que tenga
y que venga de donde venga
siempre le tienda la mano
y que venga de donde venga
siempre le tienda la mano.

Por esos mundos de Dios
andan pobres y andan ricos,
andan grandes y andan chicos
aporreados por los males
y el prójimo no me lo explico
a dónde está que ya no sale
y el prójimo no me lo explico
a dónde está que ya no sale.

Hay que ser como los árboles,
que en las invernadas crudas
del ramaje se desnudan,