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Laicistas ¿Ignorantes?

El obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda tiene mala prensa: gran parte de los periodistas y medios lo tratan mal, y lo que dice lo magnifican en contra o le atribuyen significado negativo.

Será por sus puntadas o porque resultó un prelado exitoso para arbitrarse fondos para su ministerio, pues en un santiamén construyó su magnífica catedral, gracias a donativos de importantes financieros y aun políticos, sus compañeros y amigos de juventud o profesión, anteriores a ser sacerdote.

Repensar el estado laico

El pasado 11 de febrero, la Cámara de Diputados aprobó la modificación del Artículo 40 constitucional, para afirmar que México es oficialmente un Estado laico. Esta noticia es difícil de valorar, porque cada quien interpreta el término “laico” de muy diversas maneras. Entonces, ¿qué se debe entender por “Estado laico”?

Estado de la nación

Si algo exige el ciudadano votante a los políticos de turno y a sus partidos, a quienes ha de entregar su confianza en las urnas, es que sean trasparentes en su conducta, en su gestión y en la meta de sus objetivos programados.

La mentira, la falta de honradez, la calumnia y las malas artes para triunfar del contrario son perfectamente prescindibles. Políticos inmorales o amorales, no son de recibo.

Estado de la nación

Si algo exige el ciudadano votante a los políticos de turno y a sus partidos, a quienes ha de entregar su confianza en las urnas, es que sean trasparentes en su conducta, en su gestión y en la meta de sus objetivos programados.

La mentira, la falta de honradez, la calumnia y las malas artes para triunfar del contrario son perfectamente prescindibles. Políticos inmorales o amorales, no son de recibo.

Estado de la nación

Sin ser analista político, sino simple ciudadano de a pie, seguidor crítico de la realidad cotidiana que vivimos los habitantes de la piel de toro, me atrevo a dar mi particular diagnóstico sobre el estado moral de la nación.

Dejo para otros más conspicuos los restantes aspectos sociales, políticos, económicos etc, también relevantes. Tal como una persona, una nación, sigue idéntico proceso de salud, bienestar, enfermedad o muerte. A él me atengo.

La ética en el estado pluralista

El pluralismo es un dato ineliminable en muchas sociedades de nuestro tiempo. En el mismo estado, en la misma ciudad, conviven personas de ideas, religiones, culturas distintas, a veces muy distintas...

El gobierno, el parlamento, las autoridades locales, no pueden ignorar este dato. Surge, entonces, la pregunta: ¿es posible legislar y gobernar según una ética que debería ser aceptada por todos? ¿O hay que limitarse a normas muy genéricas que garanticen la máxima libertad a las personas y a los grupos?

Lo que el Estado debe a la Iglesia


Las “macrolimosnas” del Gobernador de Jalisco han dado mucho que hablar contra él en los últimos días. Una vez más, los jacobinos decimonónicos que sobreviven en nuestros tiempos, se exhiben en su odio a la Iglesia, escudados en una supuesta laicidad que, en realidad, es un verdadero anticlericalismo, por no decir que es una verdadera aversión a la Iglesia católica.