Amar a todos, sin exclusiones
Amar a todos, sin exclusiones
El dolor, la calumnia, la cárcel, pueden convertirse para el cristiano en motivo de alegría, de paz, de encuentro profundo con Dios.
Así ocurrió en la vida de monseñor Boleslas Sloskans (1893-1981). Había estudiado en el seminario de San Petersburgo (Rusia). Después de recibir la ordenación sacerdotal en 1917, desarrolló su ministerio en varias iglesias, mientras a su alrededor crecía el clima de persecuciones y críticas contra la religión y, especialmente, contra los católicos rusos.