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Bueno

Discernir entre lo bueno y lo malo

Lo decían los filósofos: conocer el bien implica conocer el mal. Porque la mente humana está siempre abierta hacia lo diferente, hacia lo contrario. Alto y bajo, grande y pequeño, verdadero y falso, bueno y malo,... son conceptos que comprendemos al mismo tiempo, porque tener la idea de una cualidad nos lleva a comprender la idea de su contrario (cuando exista).

Muchas personas no saben qué es el pecado, porque no han llegado a descubrir que existe una vocación al amor y a la verdad, porque no saben que necesitamos apartarnos del mal para buscar y realizar el bien.

Es bueno que tú existas

Cada vida humana inicia desde el amor y para el amor. El amor de unos padres es tan rico, tan poderoso, que permite el nacimiento de nuevos hijos. Ese amor se prolonga, continúa, en la acogida a esos hijos, en la atención a sus necesidades más elementales (leche, calor, curas médicas), en el ofrecimiento de una educación para avanzar hacia la edad madura, hacia el enriquecimiento de la inteligencia y de la voluntad.

Lo bueno y lo verdadero

Nunca habrá total acuerdo en fijar lo que es bueno y verdadero entre personas creyentes e increyentes. Una vez más quedó plenamente confirmado y de manifiesto, en el programa de TVE 1 (20/5/04) “Hijos a la carta”,

En este controvertido y polémico tema, las posturas - como en la vida real misma – fueron irreconciliables y no se llegó a ningún punto de común acuerdo. Ni en el uso y empleo de embriones humanos, ni siquiera qué se entiende por vida o persona humana y cuándo deben considerarse como tales.

Es bueno que tú existas

Cada vida humana inicia desde el amor y para el amor. El amor de unos padres es tan rico, tan poderoso, que permite el nacimiento de nuevos hijos. Ese amor se prolonga, continúa, en la acogida a esos hijos, en la atención a sus necesidades más elementales (leche, calor, curas médicas), en el ofrecimiento de una educación para avanzar hacia la edad madura, hacia el enriquecimiento de la inteligencia y de la voluntad.

¿Hacer “Menos Bueno” lo Bueno?

¿Hacer “Menos Bueno” lo Bueno?

El esposo decidió quedarse en casa (¡ya era hora!) para ayudar a la esposa. Limpió la cocina, arregló la zona del desván, ajustó la máquina para lavar ropa... Pero cada vez estaba más irritado, se sentía como león enjaulado, y a cualquier palabra respondía con un improperio. Al final del día a la esposa se le escapó una queja suave (sin dejar de agradecer toda la ayuda recibida): “Pero, mi amor, si te pones así es mejor que no te quedes...”