Discernir entre lo bueno y lo malo
Lo decían los filósofos: conocer el bien implica conocer el mal. Porque la mente humana está siempre abierta hacia lo diferente, hacia lo contrario. Alto y bajo, grande y pequeño, verdadero y falso, bueno y malo,... son conceptos que comprendemos al mismo tiempo, porque tener la idea de una cualidad nos lleva a comprender la idea de su contrario (cuando exista).
Muchas personas no saben qué es el pecado, porque no han llegado a descubrir que existe una vocación al amor y a la verdad, porque no saben que necesitamos apartarnos del mal para buscar y realizar el bien.