Pasar al contenido principal

templo

La Iglesia, el templo y el hombre

Recientemente el Papa Benedicto XVI dedicó el templo expiatorio de “La Sagrada Familia” proyectado por Gaudí en Barcelona. En la homilía de la Santa Misa hizo unas bellas y profundas reflexiones –apoyado en la liturgia y en la Sagrada Escritura- sobre el templo, la Iglesia y el hombre.  ¿Qué relación puede existir entre un sujeto personal, una institución espiritual y una obra arquitectónica? Aparentemente se trata de tres realidades disímbolas que aparecen bellamente engarzadas en la visión del Pontífice.

Dedicación de una iglesia: significado y rito

 Todo recinto sagrado católico existe para reunir a los fieles en los actos de culto y la adoración comunitaria a la Santísima Trinidad. Por tratarse de lugares en los que Dios tiene su morada y los sacerdotes renuevan el sacrificio de Cristo en la cruz, la Iglesia ha dispuesto una liturgia solemne de dedicación para agradecer al Señor «porque en esta casa que nos has permitido edificar y en la que no cesas de favorecer a esta familia tuya que peregrina hacia ti, simbolizas el misterio de tu comunión con nosotros y admirablemente lo realizas».

El Niño Jesús en el Templo

Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Ya se qué quiero ser de grande

“Ya se qué quiero ser de grande”

Los asaltantes solían esconderse en cuevas, zanjas y en vericuetos de los caminos por los que se desplazaban los viajeros de buena voluntad, que fieles a las tradiciones de sus ancestros, se encaminaban en peregrinaciones que partían desde múltiples y distintos lugares pero siempre hacia el mismo destino. Los delincuentes se aprovechaban de la fe de los creyentes y los asaltaban para robarles las pocas cosas que llevaban para el viaje.