La fe obra milagros
Si Justo Gallego en vez de natural de Mejorada del Campo (Madrid) hubiese nacido en cualquier rincón del extranjero, hoy, a sus 78 años, sería conocido y admirado mundialmente como un héroe o un santo. Tal vez las dos cosas. Lo que no cabe duda, es que su nombre estaría entre los más sonados del libro de los Guinness. Su vida parece algo increíble. De película. Hace más de 40 años, siendo fraile lego del monasterio de Sta. María de Huertas (Soria) tuvo que dejar el convento por enfermedad.