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entrega

Amar es saber decir no

AMAR,  ES SABER DECIR NO

Octavio Paz  dice que “la castidad cumple la misma función en Oriente que en Occidente: es una prueba, un ejercicio que nos fortifica espiritualmente y nos permite dar el gran salto de la naturaleza humana a la sobrenatural”[1][1].

 

Con el alma clara, limpia, se entiende más la grandeza del amor. A veces los jóvenes dicen que no se pueden controlar. Hay que decirles: “Si lo (la) quieres, no se hagan daño mutuamente”.

 

—Fulanita, dame una prueba de amor-, dijo un joven.

Sí al amor; no a los amoríos

Sí al amor; no a los amoríos

Miguel de Cervantes decía:

“es de vidrio la mujer,

pero no se ha de probar

si se puede o no quebrar,

      porque todo podría ser”

—Fulanita, dame una prueba de amor-, dijo un joven.

— Si te casas conmigo no te doy una prueba, sino muchas. Si me amas, sabrás esperar a que estemos preparados para casarnos.

— Es que quiero saber si nos acoplamos, responde el joven.

¿Amar para siempre?

En el amor hay un componente romántico, desatado, furioso y ciego, fuera de la realidad, más bien se trata de un sentimiento y por tanto subjetivo, algo que hay que educar para que no tenga carácter posesivo y neurótico. Cuando esta fase no madura en un amor más profundo, conduce a una actitud melancólica, de tristeza íntima por el ensueño irrealizable, aquel amor imposible (el que se canta en la época del Romanticismo).

Misionero español en Nueva Orleans

Misionero Español en Nueva Orleans

Diversos medios han difundido la noticia de que en la catástrofe de N.Orleans, un misionero español, el P. Teodoro, ha permanecido en su parroquia con casi todos sus fieles, durante todo el tiempo del tifón, animándoles y prestándoles toda suerte de servicios.

Noticias como ésta, no deberían ser presentadas como algo insólito.

La oración de Jesús

La oración de Jesús 

1. ¿CÓMO ORABA JESÚS?

Secretamente. "Cuando oréis, no seáis como los hipócritas que son amigos de rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas, para exhibirse ante la gente. Ya han cobrado su paga, os lo aseguro. Tú, en cambio, cuando quieras rezar, echa la llave y rézale a tu Padre que está ahí en lo escondido; Tu Padre que ve lo escondido te recompensará" (Mt. 6, 5-6).