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Padre Fernando Pascual L.C.

Dios y el Aborto

Dios y el aborto

Para algunos Dios no debería ser mencionado en los debates sobre el aborto. Dicen que la religión ha de permanecer bien guardada en las sacristías, mientras que el decidir si nace o no un hijo quedaría sólo en manos de los legisladores, personas que no necesitarían para nada pensar en Dios.

Aborto y racismo

Para un racista convencido, quizá ser llamado “racista” no sea un insulto, sino una alabanza. Para un abortista, ser llamado abortista no es un insulto, sino un motivo de orgullo. Pero, en general, para un abortista ser llamado o comparado con un racista es un insulto gravemente ofensivo (en la mayoría de los casos, aunque conviene recordar que ha habido y hay racistas que defienden también el aborto, especialmente de aquellos embriones y fetos de las razas que ellos odian).

Aborto y pobreza

Algunos piensan que el fenómeno del aborto está relacionado con la pobreza en la que viven tantísimos seres humanos. Nos dicen, mirando especialmente a América Latina, que millones de familias sufren por culpa de crisis económicas y desequilibrios sociales, marginadas por un sistema que genera injusticias y mantiene en la indigencia a pueblos enteros.

Aborto y laicidad

La laicidad de un estado es sana cuando son aceptados y promovidos valores básicos sin los cuales no hay auténtica convivencia social. La defensa de la vida, la justicia y la igualdad ante la ley, la protección de los débiles, el apoyo a la familia, la tutela del derecho al trabajo, son temas no negociables: ningún estado puede dejar de lado la defensa de los derechos humanos fundamentales.

Aborto, ¿tema discutible?

El hombre no puede abarcar toda la realidad. Es demasiado grande el “banquete” de acontecimientos, personas y objetos que pasan ante nuestros ojos como para que todo pueda entrar en nuestra pequeña capacidad de atención. Por eso nos gusta reducir las cosas a sus elementos comunes, o captar algún aspecto, o dejar de lado algunas realidades para observar con más detenimiento otras.

Aborto y desarrollo fetal

La medicina moderna permite que muchos fetos prematuros puedan ser atendidos exitosamente cuando sobreviene un parto precoz (espontáneo o realizado por motivos médicos).

Actualmente, es posible que fetos que nacen con 24, 23 o incluso con 22 semanas de embarazo, reciban una eficaz asistencia médica. Los porcentajes de éxito varían mucho según la edad del embarazo y según la pericia y equipo técnico usado por los médicos, pues son muchas y complejas las dificultades con las que estos niños inician la vida extrauterina.

Aborto, cifras y realidades

 El hombre no puede abarcar toda la realidad. Es demasiado grande el “banquete” de acontecimientos, personas y objetos que pasan ante nuestros ojos como para que todo pueda entrar en nuestra pequeña capacidad de atención. Por eso nos gusta reducir las cosas a sus elementos comunes, o captar algún aspecto, o dejar de lado algunas realidades para observar con más detenimiento otras.