Aventuras automovilísticas
Lupita Treviño me contó lo siguiente: “Este pasado jueves tuve un capítulo encantador en mi vida. Un regalote divino, definitivamente. Le di un pequeño alcance a un coche, conducido por una dama maravillosa, de edad similar a la mía. Bueno, digamos que fue un choque entre damas, pero ella que era, digamos, la víctima, con una altura moral que no olvidaré. Sé que yo no hubiera reaccionado así -desde el otro lugar- con tanta dulzura y tranquilidad.