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Inquisición

La “malvada” Inquisición

«Ante la opinión pública, la imagen de la Inquisición representa de alguna forma un símbolo de antitestimonio y escándalo. ¿En qué medida esta imagen es fiel a la realidad?», se preguntaba el Papa Juan Pablo II en una carta dirigida al Card. Etchegaray al término de un simposio sobre la Inquisición. Y advertía: «Antes de pedir perdón es necesario conocer exactamente los hechos».

La muerte de un inquisidor

El verano propicia las relecturas, sobre todo las de textos clásicos. Como tal se considera La civilización del Occidente medieval de Jacques Le Goff, que leí cuando se publicó en francés y que ahora, después de muchas ediciones en varias colecciones, Einaudi vuelve a presentar en edición de bolsillo. Aprovecho este día de verano para darle un repaso.

La Inquisición y la Brujería

Porque la creencia en las brujas, no fue - como mucha gente cree, y como puede leerse por ejemplo en la Enciclopedia de la brujería y demonología de Robbins (1959, 1992) - invención de la Iglesia. 

La creencia en las brujas rebosa de elementos animistas, que revelan su antigüedad: Cuando la bruja se "come" a un ser humano, no es, así pues, la carne sino el "espíritu" de la carne, lo que devora. Pero esto se cree suficiente para que la víctima se consuma y muera. 

Los nuevos inquisidores

Un profesor de filosofía del derecho explicaba que el sistema judicial de Occidente se había desarrollado hacia una dirección muy clara: proteger al más débil. Desde luego, esto no significa que la meta haya sido alcanzada con el nacimiento de las constituciones griegas, del derecho romano o de las legislaciones medievales o modernas. Han pasado muchos siglos desde que se iniciase a perfeccionar el sistema.

La leyenda negra (la Inquisición española)

La leyenda negra

Oliver Cromwell era una pieza de cuidado.  Era comandante del invencible Nuevo Ejército Modelo, vencedor de la Guerra Civil, azote de Irlanda, Lord Protector de la “Commonwealth”, terror de tiranos, defensor de la fe; en resumen, una de las peores personas que han vivido en Inglaterra. Pero él no lo hubiera creído así, ni tampoco aquellos que le escuchaban mientras hablaba al Parlamento inglés el 17 de septiembre de 1656. No, el “gran enemigo”, el enemigo “de todo lo divino que cada uno de vosotros tiene” eran “los españoles”.