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Jaime Septién

Corridos de narcos, ¿sí o no?

Se ha desatado una polémica sobre la prohibición o aceptación de los llamados “narcocorridos” en las emisoras de radio de carácter público. No importa, en esta discusión, quién es el que prohíbe y quién el que propone la difusión de los corridos de narcos. Importa la repercusión social de estas piezas, digamos, musicales. Y es en este punto donde centraré mi comentario.

Vulnerables ante Facebook

Los grandes usuarios de las redes sociales, especialmente los jóvenes que están enganchados con Facebook, corren riesgos cada vez más fuertes de violación de su privacidad. Según aseguraron expertos en seguridad digital de la empresa Symantec, desde hace cuatro años a la fecha, los usuarios de Facebook han estado expuestos —dicen que por accidente— a “compartir” su información personal a terceros, anunciantes, comerciantes, violadores…

Demoler lo sagrado

La radiografía de los ataques brutales a la Iglesia, por los casos de pedofilia de algunos religiosos, sobre todo en Alemania (infames, sí, pero inflados de una manera exorbitante por los medios de comunicación), da como resultado, en la opinión de gran cantidad de católicos, el esqueleto de un enfermo terminal.

¿Y Dios?

Como en el tsunami que arrasó Sumatra en 2004, muchos periodistas y conductores lanzan preguntas —dizque sarcásticas, dizque sesudas-—como ésta que escuché en la radio: ¿Y dónde estaba Dios el pasado martes 12 de enero, cuando un sismo se cobró más de cien mil vidas en Haití?

Contra la cruz

Al principio de su extraordinaria novela La esfera y la cruz, el escritor inglés Gilbert K. Chesterton pone al profesor Lucifer y al monje Miguel en una nave que sobrevuela Londres.  

Lucifer —el inventor de la nave— va despotricando contra la religión cuando está a punto de chocar contra la cúpula de la catedral de San Pablo, una esfera en cuya cima se ha implantado una cruz.

El amor en tiempos de influenza

Pascal escribió una Oración para pedir a Dios por el buen uso de las enfermedades entre 1647 y 1648, tiempo de sus primeros fervores religiosos, cuando había caído en cama víctima del exceso de trabajo. Su tesis era que el buen uso de una enfermedad consiste en deshacernos de un corazón henchido de mundo (que es el que tenemos cuando somos vigorosos y sanos) y encontrar que el único gozo, la única salud, proviene de abandonarse a la voluntad de Dios.

La Presencia verdadera

Sin la Eucaristía, la Iglesia sería una especie de museo, ha dicho el cardenal Ratzinger. Agrego: un museo desolado y desolador.

¡Qué emocionante encíclica ha publicado el Papa! Su tema: la Eucaristía; su importancia: la vida misma de la Iglesia. Y es que los católicos hemos abandonado, en mayor o menor medida, la intensidad del momento eucarístico, la comunión con Cristo, como fundamento de toda nuestra vida.