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Peregrinos hacia Santiago (2)
Para cada uno de los que peregrinamos estos días hacia Santiago, todo ha empezado en los lugares de partida, algunos con preparativos especiales, largas caminatas como leo que ha hecho uno de Zaragoza: “mis hijos se lo han tomado como si fuera a la guerra”. En su diario anota, en Roncesvalles: “nunca me imaginé que esto fuese así. Fíjate en el cartel de la pared: ‘toma lo que necesites y deja lo que no vayas a usar’”. Esto me recuerda que he encontrado sobre un mojón un periódico con noticias del camino, con una piedra encima para que no se lo llevara el viento.
Pluralismo religioso y fe cristiana
Pluralismo religioso y fe cristiana
Es cada vez más frecuente encontrarnos y convivir con personas de religiones y de ideas muy distintas.
Para algunos, la variedad de opiniones, la diferencia de religiones, sería una riqueza, un tesoro, una oportunidad para promover una vida social más atenta al otro, más comprensiva hacia las diferencias, más pluralista, más democrática.
¿Productos de la concepción?
Los niños acaban de salir de la escuela. Corren, en grupos desorganizados, hacia el parque. En un instante organizan sus juegos, en medio de un griterío lleno de entusiasmo.
Juanito, Sandra, Pepe, Alfonso, Felipe, Jimena, Marifer, corren entre los árboles, saltan en los jardines. Cada uno se identifica por un nombre, un mote, y unos apellidos. Cada uno tiene una historia, una vida maravillosa, el cariño de sus padres. Cada uno fue un día (¿dejó alguna vez de serlo?) producto de una concepción.
¿Puede la Iglesia dar “un paso hacia atrás”?
Los católicos creemos que Cristo es el Hijo de Dios, que murió en una cruz para salvar a los hombres, que resucitó de entre los muertos, que fundó la Iglesia, que envió el Espíritu Santo. Creemos, por lo tanto, que la Iglesia es el camino que nos lleva al cielo, que no hay otro Salvador fuera de Cristo.
Estas convicciones hieren a muchos. Especialmente a quienes no ven correcto pensar que uno posee la verdad y que los demás están equivocados.
Pon amor y sacarás amor
La vida terrena de san Juan de la Cruz llega a su fin. Su historia ha estado marcada por mil dolores y sufrimientos. En todo, a pesar de todo, ha podido descubrir, entrever, algo grande, sublime, hermoso: la cercanía de Dios, el Amor de un Dios que da y se da sin medida.
Juan Yepes había nacido en Fontiveros en 1542. De niño vivió en una pobreza que rayaba en la miseria. Su padre murió desheredado, cuando Juan todavía era un niño. Su madre tuvo que mantener a tres hijos en una situación económica muy precaria.
Pablo Meléndez, padre de familia y mártir
Pablo Meléndez Gonzalo, padre de familia numerosa, abogado y periodista, había nacido en Valencia (España) el 7 de noviembre de 1876. A los 14 años perdió a su padre. Desde ese momento, dedicó el tiempo disponible que le dejaba la escuela para ayudar a su madre y a otros 6 hermanos menores que él.
Prensa: ¿menos objetiva y más honesta?
La objetividad es una ley del periodismo moderno. Un periódico cree ser objetivo si recoge los distintos puntos de vista sobre un tema, las declaraciones de los representantes de partidos y religiones distintas, las posiciones a favor o en contra de una idea, de un personaje, de un acontecimiento.
Por ejemplo, inicia un escándalo contra un banquero. La prensa objetiva publica las acusaciones y la defensa, entrevista al acusado y a los acusadores, recoge las opiniones de los amigos y de los enemigos.
Por una sana laicidad
La laicidad puede gozar de salud o puede “enfermarse”. Será sana si promueve una correcta separación entre el estado y las religiones. Estará enferma si, en nombre de la separación entre estado y religiones, impide a las religiones participar en la vida pública como lo puede hacer cualquier otra instancia social.
Pasaportes para el cielo
En un texto relativamente reciente, el premio Nobel en medicina Christian De Duve lanzó una frase provocatoria: sin la promesa de paraísos magníficos habría menos kamikazes...