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Oración por los enfermos 5

Oración por los enfermos

Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado.

Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias, Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.

Oración por los enfermos 4

Oración por los enfermos

Oh querido y dulce Niño Jesús: he aquí un pobre enfermo que, movido por la más viva fe, profundamente invoca tu divina ayuda en favor de su enfermedad.

En Ti pongo toda mi confianza. Sé que tú todo lo puedes y que eres muy misericordioso, la misma misericordia infinita.

Grande pequeñito, por tu virtud divina, por el inmenso amor que tienes a los que sufren, a los afligidos, a todos los necesitados, escúchame, bendíceme, socórreme, consuélame.

Amén.

 

Oración por los enfermos 3

Oración por los enfermos
  
 

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén.

Oración para pedir la salud de un enfermo

Oración para pedir la salud de un enfermo 

 

Oh Niño Jesús, dueño de la vida y de la muerte, aunque indigno y pecador, me postro ante Ti para implorar la salud de (se nombra a la persona para quien se pide la gracia), a quien tanto amo.

La persona que te encomiendo sufre mucho, afligida por dolores, y no puede encontrar otra salida más que en tu omnipotencia, en la que pone todas sus esperanzas.

Oración del enfermo

Oración del enfermo

El don de la salud
no me acompaña, Señor,

y la tristeza ha invadido

mi corazón.

Quisiera unirme a Ti en el dolor,

descubrir su sentido redentor,

y en él, encontrar tu voluntad,

pero la debilidad de mi fe

no me lo permite

y siento desesperar.

Ayúdame para hacer

de este tiempo de enfermedad

un tiempo de cultivo de la fe,

de reencuentro contigo,

de meditación de tu Palabra,

de sacrificios en favor de los demás,