Oración del enfermo
El don de la salud
no me acompaña, Señor,
y la tristeza ha invadido
mi corazón.
Quisiera unirme a Ti en el dolor,
descubrir su sentido redentor,
y en él, encontrar tu voluntad,
pero la debilidad de mi fe
no me lo permite
y siento desesperar.
Ayúdame para hacer
de este tiempo de enfermedad
un tiempo de cultivo de la fe,
de reencuentro contigo,
de meditación de tu Palabra,
de sacrificios en favor de los demás,
de cultivo de la humildad
y la oración,
de tomar fuerzas
para cargar con mi cruz
uniéndome a tu dolor redentor.
Y si es tu voluntad
que recobre la salud,
que la acoja con alegría y gratitud,
y si este preciado don
no llega hasta mí,
dame la aceptación
y la resignación.
Amén.