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Lo que merece el enfermo terminal

Lo que merece el enfermo terminal

Dejemos de lado, por un momento, la palabra “eutanasia”. Porque con ella algunos dicen una cosa y otros otra.

Fijemos, entonces, nuestra atención en el enfermo, en sus deseos y temores, en su fragilidad y su dolor, en su dependencia cada vez mayor de las manos y de la honestidad del equipo médico.

Miserere - Salmo 50

Miserere Salmo 50


Misericordia, Dios mío, por tu bondad,


por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado.


Pues yo reconozco mi culpa,


tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que

aborreces.


En la sentencia tendrás razón,

en el juicio resultarás inocente.

Mira, en la culpa nací,

pecador me concibió mi madre.

Miercoles Santo

Miércoles Santo

Jn 19, 1-6

Acompañar a Cristo en su pasión tiene que ser para nosotros un enraizarnos profunda y convencidamente en los aspectos más importantes de nuestra vida. El seguimiento de Cristo es para todos nosotros un atrevernos a clavar la cruz en nuestra existencia, conscientes de que no hay redención sin sacrificio, no hay redención si no hay ofrecimiento.

Martes Santo, Ciclo C

Mc. 14, 32-42

Getsemaní es el momento de la obscuridad de la voluntad de Dios; momentos en los cuales el mismo Cristo pide que se le aparte el cáliz: “¡Abba, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.”

San Marcos refleja la obscuridad que se presenta dentro del alma de Cristo. Los comentaristas de la Escritura siempre han visto aquí un momento en el cual como que Cristo viene a preguntarse: Todo lo que yo voy a hacer, ¿merecerá la pena?

¿Mi psicología o mi pereza?

Hemos convertido a la “psicología” en una excusa fácil, en una coartada para actuar según el capricho del momento.

Porque resulta muy fácil justificar la propia dejadez, o la avaricia, o la soberbia, o la envidia, o la crítica maldiciente, o tantas faltas graves, con la frase sencilla y confusa: “Es que mi psicología me lleva a esto”.

Muertos por el miedo de morir

Hay quienes ven la muerte como una derrota, como un fracaso, como un enemigo, como un destino trágico que buscan evitar a cualquier precio.

Quienes no aceptan la idea del morir, quienes temen que llegue esa hora “desgraciada”, hacen todo lo posible por combatirla. Incluso con actividades sumamente nobles: organizan campañas nacionales e internacionales para combatir las epidemias, el hambre, el cáncer, los accidentes de carretera, el alcoholismo...

Miercoles Quinta Semana De Cuaresma

Miércoles Quinta Semana De Cuaresma

Dn 3, 14-20.91-92.95

Jn 8, 31-42

Durante toda la Cuaresma la Iglesia nos ha ido preparando para encontrarnos con el misterio de la Pascua, que es el juicio que Dios hace del mundo, el juicio con el cual Dios señala el bien y el mal del mundo. La Pascua no es solamente el final de la pasión; la Pascua es la proclamación de Cristo como juez del universo. Un juez que, por ser juez del universo, pone a sus pies a todos: sus amigos, que pueden ser los que le han servido; y a sus enemigos, que pueden ser los que no le han servido.